Los pesticidas en la agricultura desempeñan un papel fundamental en el manejo de los cultivos, sin embargo, en la agricultura local el uso inadecuado de estos ha conllevado a problemas significativos tanto en la salud del agricultor, la del consumidor y del medioambiente. A esto se suman los problemas de resistencia producto del uso inadecuado de pesticidas, como el exceder la dosis de la etiqueta y el número de aplicaciones por campaña.
El problema radica principalmente en la falta de asistencia técnica para el agricultor, así como la no concientización sobre el impacto del mal uso de los pesticidas. El pequeño agricultor se asesora generalmente del vendedor de las tiendas de agroquímicos, y lamentablemente en muchos casos, estos recomiendan dosis más altas de las indicadas en la etiqueta.
Asimismo, se vende productos de etiqueta roja sin ninguna prescripción o receta por parte de un ingeniero agrónomo. De acuerdo con la norma vigente, los pesticidas de etiqueta roja por su alto grado de toxicidad deben venderse sólo si cuentan con una receta dada por un Ing. agrónomo habilitado.
Hoy en día las frutas y vegetales que van al mercado local, lo que comemos todos los peruanos, lo que encontramos en los supermercados y mercados de barrio, contienen residuos de pesticidas que superan los límites permisibles, además de contener productos que ya no deberían usarse por estar prohibidos por el SENASA.
Como sabemos, a partir de 01 de agosto del 2024 el clorpirifos, que es una molécula bastante usada por el agricultor, se prohibirá su uso, comercialización, distribución, almacenamiento y/o envasado. Asimismo, desde el 2020 a la fecha se han prohibido ya varias moléculas como el Metamidofos, Paraquat, Carbofuran, entre otras.
Frente a este escenario y sumado a las restricciones del mercado con regulaciones cada vez más estrictas, los laboratorios de agroquímicos han desarrollado nuevas moléculas con modos de acción innovadores que pueden reducir la concentración de ingrediente activo sin perder eficacia, así como ser específicos para ciertas plagas y/o enfermedades, las cuales pueden ayudar al agricultor a llevar una agricultura más productiva y sostenible, ya que son menos tóxicos con las abejas y la fauna benéfica.
Asimismo, las grandes corporaciones de agroquímicos están sumando a sus portafolios productos biológicos que ayuden al agricultor a manejar la resistencia, así como la reducción de residuos. Es una necesidad global migrar a una agricultura con enfoque holístico que contemple un manejo integrado de plagas y enfermedades, así como el empleo de semillas de calidad. Tenemos agricultores que usan la F2 porque argumentan que aún obtienen producción, sin considerar la mayor demanda de pesticidas que requiere. Esto reduce significativamente su rentabilidad en comparación con el uso de la F1.
Queda claro que si estas nuevas moléculas son mal usadas, superando la dosis de la etiqueta y el número de aplicaciones por campaña como sucede en la actualidad, podrían generar resistencia y por tal, dejar de ser útiles. Por ello, urge implementar un plan de trabajo que contemple capacitar y concientizar a los agricultores. Brindarles herramientas y tecnología tomando en cuenta su contexto social y cultura los ayudarán a migrar a un manejo de cultivo más sostenible, teniendo como resultado cosechas saludables para el consumidor. Doctoragro tiene como objetivo exhibir y difundir nuevas moléculas y diversas herramientas sostenibles disponibles en el mercado, tales como feromonas e insumos biológicos. Nuestro propósito es contribuir a una agricultura sostenible.
Fuente
- Convenio de Estocolmo – Ing. Remo Olivares, Senasa
- https://www.quimica.es/noticias/1179455/nuevas-esperanzas-para-las-abejas-insecticidas-con-menor-toxicidad.html
- https://www.agribusinessglobal.com/es/agroquimicos/tendencias-en-el-desarrollo-de-nuevas-moleculas-como-las-empresas-de-proteccion-de-cultivos-ofrecen-soluciones-innovadoras/
- Salud con lupa (www.saludconlupa.com)
1 Comments
Muy buenos comentarios sobre las tendencias de lod insecticidas.