Drones en la agricultura: Producción más eficiente y sostenible

¿Por qué usar drones en la agricultura?

En los últimos años, el cambio climático, la escasez de recursos hídricos y la presión por aumentar la productividad agrícola han generado grandes desafíos para la agricultura. Ante estas dificultades, los drones se han convertido en una herramienta revolucionaria que permite optimizar las labores agrícolas, especialmente la aplicación de fitosanitarios y el monitoreo de cultivos.

Los drones facilitan la recolección de datos precisos mediante imágenes espectrales y georreferenciadas, lo que permite identificar zonas con plagas, monitorear la salud de los cultivos y realizar aplicaciones de fitosanitarios de manera eficiente y segura. 

Drones en la agricultura

Esta tecnología, que avanza rápidamente en Perú, está transformando la forma en que los pequeños y medianos agricultores manejan sus parcelas.

Aplicación de drones en la agricultura peruana: casos reales

En el Perú, el uso de drones ha demostrado ser eficaz en diversas regiones:

1. Fumigación en Tumbes:

El Proyecto Especial Binacional Puyango Tumbes (PEBPT) ha implementado la fumigación con drones en 77 hectáreas de banano y otros cultivos, beneficiando a más de 30 productores del valle de Zarumilla. Esta estrategia no sólo facilita el control de plagas como la Sigatoka negra, sino que también reduce la exposición del agricultor a los productos químicos.

2. Monitoreo de cultivos en Huaral:

El Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA) está utilizando drones para monitorear cultivos de fresas en Huaral. Las imágenes espectrales permiten identificar plagas como la arañita roja y enfermedades como el oídium, además de evaluar el nivel de estrés hídrico y crecimiento de las plantas.

3. Valle de Tambo, Arequipa:

Gracias al programa «Tecnificando el Agro», se han fumigado 2,200 hectáreas de arroz, papa, ajo y otros cultivos, logrando reducir costos y tiempo. Con los métodos tradicionales, fumigar una hectárea podía tomar hasta medio día; con drones, solo 20 minutos.

Estas experiencias demuestran cómo los drones mejoran la eficiencia, reducen costos y protegen la salud del agricultor, consolidándose como una herramienta clave para el desarrollo de una agricultura sostenible en el país.

Ventajas de los drones en la aplicación de fitosanitarios

1. Reducción de costos y tiempo:

Los drones son 50 veces más rápidos que los pulverizadores manuales. Pueden cubrir hasta 16 hectáreas por hora, ahorrando tiempo y recursos valiosos.

2.Uso eficiente de insumos y agua:

Los drones aplican productos de manera precisa y uniforme, ajustando el volumen según la densidad del cultivo. Esto reduce el uso de agua y fitosanitarios, lo que puede traducirse en ahorros de hasta un 40% en agua.

3. Mayor seguridad para el agricultor:
Al ser una aplicación aérea y autónoma, los agricultores tienen menos contacto directo con los agroquímicos, disminuyendo riesgos para su salud.

 

4. Acceso a terrenos difíciles:

En zonas con pendientes pronunciadas o terrenos anegados, donde los tractores pulverizadores no pueden operar, los drones se convierten en una solución eficiente y segura.

Desafíos y barreras de los drones en la agricultura peruana

Si bien los drones representan una tecnología con un enorme potencial para transformar la agricultura peruana, su adopción masiva enfrenta una serie de barreras técnicas, económicas y regulatorias que deben ser abordadas para aprovechar sus beneficios al máximo.

1.Falta de regulación específica

En el Perú, aún no existe un marco normativo claro y completo que regule el uso de drones en la agricultura. Si bien existen lineamientos básicos emitidos por la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) para el uso de drones, estos no están adaptados específicamente a las necesidades del sector agrícola. La falta de estándares técnicos para la aplicación de fitosanitarios genera incertidumbre entre los agricultores y dificulta la adopción formal de esta tecnología.

2. Costo de inversión y mantenimiento:

El alto costo inicial de adquisición de drones, sumado a los gastos de mantenimiento y capacitación, representa una barrera significativa, especialmente para pequeños y medianos agricultores. Un dron agrícola básico puede costar entre 5,000 y 20,000 dólares, dependiendo de su capacidad y tecnología. A esto se suma el costo de baterías adicionales, recargas frecuentes y mantenimiento especializado. Para pequeños agricultores con márgenes de ganancia limitados, esta inversión puede ser inalcanzable. 

La implementación de programas de financiamiento y subsidios a través de entidades gubernamentales, ONGs y alianzas público-privadas podrían facilitar la adquisición de drones. Alternativas como el alquiler de drones o la contratación de servicios de pulverización con drones pueden democratizar el acceso a esta tecnología.

3. Capacidad limitada de operación:

Los drones agrícolas, aunque efectivos, tienen una capacidad limitada de carga, generalmente entre 5 y 30 litros. Esto obliga a realizar recargas constantes durante la aplicación de productos en grandes extensiones, afectando la eficiencia operativa. Además, las baterías tienen una autonomía de vuelo que suele oscilar entre 20 y 30 minutos, lo que restringe su capacidad de cobertura diaria y eleva la necesidad de repuestos.

4. Falta de capacitación técnica:

El uso eficiente de drones requiere conocimientos especializados en manejo, configuración y calibración de los equipos. Variables como la altura de vuelo, la velocidad y el tamaño de las gotas deben ajustarse cuidadosamente para evitar pérdidas por deriva y asegurar una aplicación uniforme. Sin embargo, en muchas zonas rurales del Perú, los agricultores no tienen acceso a programas de capacitación técnica ni a profesionales que puedan operar los drones.

5. Condiciones climáticas adversas:

El clima en las diferentes regiones agrícolas del Perú puede afectar el rendimiento de los drones. Vientos fuertes, lluvias intensas o alta humedad pueden alterar la trayectoria de las gotas pulverizadas, generando deriva del producto y disminuyendo la precisión de la aplicación. En zonas de costa y sierra, donde las condiciones climáticas varían con frecuencia, esto representa un desafío adicional. Frente a ello, es importante monitorear el clima antes de cada aplicación y ajustar las variables del dron, como la altura y la velocidad de vuelo. La incorporación de tecnologías antideriva, como boquillas que generen gotas más grandes y menos propensas a desviarse, puede mitigar estos riesgos.

A pesar de estos desafíos, las experiencias positivas en regiones como Tumbes, Huaral y Arequipa demuestran el enorme potencial de los drones para transformar la agricultura peruana. Esta tecnología puede optimizar el uso de insumos, ahorrar recursos hídricos, proteger a los agricultores y aumentar la productividad de los cultivos.

Sin embargo, para que los drones se consoliden como una solución accesible y eficiente en todo el país, es necesario fortalecer la capacitación, mejorar el financiamiento y establecer un marco regulatorio claro. Solo así podremos impulsar una agricultura moderna, sostenible y adaptada a las demandas actuales del mercado y del medio ambiente.

Fuentes y fotos:

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