Conversamos con Sofía Guerrero, Jefa de Innovación Comercial & Marketing de Solagro respecto a la evolución del control biológico en la agricultura peruana y algunas consideraciones a tener en cuenta respecto a este tipo de control:
¿Cómo ha crecido la participación del control biológico en los programas de sanidad en los últimos años?
El 2020 fue un año bastante bueno para los productos biológicos producidos localmente, dadas las restricciones y elevados costos de importación por la pandemia. A partir del 2021 la demanda se regularizó, apareciendo también nuevos actores en el país. Actualmente hay una gran oferta de productos formulados, incluso aptos para la producción orgánica.

Los productos a base de microorganismos eficientes y los extractos (no necesariamente biológicos) han tenido un mayor crecimiento, mientras que los hongos y bacterias entomopatógenas, e insectos benéficos, tienen una demanda ya estable.
A nivel de cultivos, se van probando diversos insumos y los que demuestran efectividad se mantienen en el plan de sanidad. En pimiento se ha demostrado que en nemátodos el control químico no es suficiente, se necesita también el control biológico. Acá estamos con un mercado bien estable, sobre todo en La Libertad y parte de Olmos.
También hemos demostrado algunas estrategias para tener un manejo más sostenible de control de queresas, chinche, ácaros, y lepidópteros en palto; así como de cochinilla, mosca blanca, trips, y podredumbre en arándano; y Phytophtora, Lasiodiplodia y Alternaria en ambos cultivos. En términos generales vemos una orientación más sostenible en el tiempo. Nos ayuda que algunas estrategias para un problema en particular, sumado a la aplicación de productos químicos sólo cuando se requiere, permitan controlar no sólo la plaga objetivo sino otros problemas en campo.

A nivel de zonas, inicialmente la demanda se enfocaba en la costa norte, pero poco a poco estamos viendo mayor uso en la sierra y selva del país. En la costa sur recién se está empezando a ver otras alternativas por la interacción de conocimientos de asesores entre el norte y sur del país. Para continuar esta tendencia es clave que tanto empresas, laboratorios, asesores y universidades promuevan un manejo diferente. Y sí se está viendo que el INIA y universidades como la UNALM, Universidad Nacional de Cajamarca, Universidad Nacional Agraria de la Selva, por ejemplo, están promoviendo este manejo más sostenible, lo que ha ayudado a cambiar la perspectiva del uso de biológicos en los últimos años.
¿Qué consideraciones hay que tener al comprar y utilizar insectos benéficos y productos biológicos formulados en campo?
Primero debemos conocer al patógeno y/o insecto plaga y los ciclos en los que se desarrolla. Por ejemplo, la temperatura altera el tiempo de duración de cada estadío de los insectos. Otro aspecto es la condición del cultivo, incluso asegurar la estructura correcta de la planta para tener una buena aplicación. El manejo y el momento en el que se realizan las aplicaciones es otro factor importante. Por ejemplo, liberar Trichogrammas en fresa cuando hay un ventarrón no es eficiente porque el viento se llevará todas las microavispitas.
Por otro lado, hay que saber con qué otros insumos los voy a usar; por ejemplo, no puedo mezclar un hongo entomopatógeno con un fungicida o con un sulfato de cobre. Además, hay que tener en cuenta las condiciones adecuadas para poder realizar una aplicación eficiente y sostenible, porque si aplico, por ejemplo, un hongo en verano a medio día, puedo terminar matando al hongo.
Siempre es necesario un análisis previo a la aplicación. Por lo general nosotros trabajamos para dar solución al agricultor en base a cada situación que nos permita entender por qué apareció o se incrementó el nivel de un problema.

Por ejemplo, si hubo un aniego o exceso de riego que favoreció el desarrollo de un hongo, corrigiendo el sistema de riego permitirá solucionar el problema, y en paralelo se proponen cierto tipo de ayudas una vez que este ya está en campo.
¿Qué acciones podrían hacer los agricultores para incrementar la fauna auxiliar en sus campos?
Es importante siempre diseñar una solución en conjunto para mejorar la diversidad en campo, y no verlo como una estrategia aislada. Una práctica importante es la instalación de corredores biológicos. De estos hay diversos tipos, algunos atraen más a polinizadores, que incluyen un grupo de insectos benéficos que pueden ser predatores.
Otro grupo de corredores se basa en la utilización de plantas trampa. Si es que estas son más sensibles a una plaga o enfermedad que el cultivo instalado, pueden ayudar a detectar su presencia. Puedo usar, por ejemplo, la verdolaga en la cochinilla (el insecto tiene una predilección por esta especie). Plantas atrayentes por su color amarillo como el hinojo o la crotalaria son recomendables ponerla en cabecera o como islas en el cultivo entre las mismas plantas. Al usar las plantas trampa puedo realizar el control en ese espacio y no necesariamente en el cultivo. A veces cuando tenemos una planta fuera del cultivo con este problema, pensamos que al retirar la planta eliminé el problema. Pero poco tiempo después puedo identificar el problema en mi cultivo, pues le quité el alimento predilecto, y no le quedará otra opción que buscarlo en el cultivo que es donde hay más cantidad.

Otras labores que incrementan la fauna auxiliar es la incorporación de materia orgánica en campo como compost o humus, incluso gallinaza bien lavada y compostada. También se puede cultivar ciertas plantas como las leguminosas, al reincorporarlas al suelo se fija ciertos nutrientes que son usados por la microfauna en el suelo. El mulch también asegura humedad, temperatura y aireación.
Favorece también utilizar enmiendas como té de compost, biocarbono para fomentar la materia orgánica en el suelo, bioles, y en general los relaves de la producción del compost siempre que tengan una adecuada salinidad.Cabe señalar que, teniendo suelos más vivos, obviamente van a crecer más plantas de manera natural.Cabe señalar que, teniendo suelos más vivos, obviamente van a crecer más plantas de manera natural.
En ese caso hay que identificar las especies que conviene tener y cuáles hay que eliminar. En fresa o arándano, donde se usa cobertura del suelo, en vez de usar plástico se puede usar mulch para reducir estos problemas, o mallas que permitan el crecimiento de plantas que ayuden a mantener los agregados e incluso fijar nutrientes en el suelo.
¿Qué prácticas dadas en la agricultura son las que más afectan a los controladores biológicos?
En línea con lo comentado en la pregunta anterior, a veces consideramos que todas las plantas que no son nuestro cultivo tienen que salir de nuestros campos, y nuestro campo tiene que estar totalmente libre, pero no necesariamente es así. El desmalezado completo puede ser un error bastante significativo para la presencia de controladores biológicos, para el suelo y su contenido de nutrientes. La práctica de desmalezado debe estar bien pensada y practicada.
Por otro lado, una poda mal realizada no sólo afecta el desarrollo del árbol sino también cuánto o cómo llega la aplicación de un producto. Recordemos que algunas plagas están no sólo en las hojas sino también en las ramas y troncos.
Ahora, la práctica más común que afecta a los controladores biológicos es utilizar insecticidas y fungicidas en exceso. Uno puede aplicar pesticidas de vez en cuando, y en esos casos los controladores biológicos volverán a aparecer.
Pero el uso indiscriminado hará que todo el ecosistema se vea afectado.Si un agricultor busca con las aplicaciones quedarse sin plagas ni controladores, debe considerar que en valles uno está rodeado de otros campos y animales que harán que regresen las especies.

Las prácticas que afectan positivamente la presencia de controladores biológicos son las que hemos mencionado anteriormente: corredores biológicos, buenas podas, corregir el riego y tratamiento del agua y tener una buena fertilización, entre otros. Todo lo que sea bueno para la planta, también será bueno para los organismos benéficos ya que conviven con el cultivo. Posiblemente esto también aplique a patógenos, pero muchos de estos son facultativos, es decir se presentan ante condiciones negativas para la planta (suelos anegados, por ejemplo). La reacción de un patógeno va a ser mucho más severa en una planta no sana.