El empleo de pesticidas para el control de plagas y enfermedades corresponde al control químico dentro de un programa de manejo integrado de plagas. Si bien cumple un papel importante en la producción de cultivos, hoy en día, uno de los principales problemas de la agricultura local radica en el empleo únicamente de este tipo de control, dejando de lado las demás herramientas (biológico, etológico, entre otras) que, en suma, contribuirían a un manejo sostenible de los cultivos. Sumado a ello, el control químico no es usado de forma segura y adecuada, generando perjuicios en la salud de agricultor y del consumidor por acceder a productos con excesos de pesticidas. El medio ambiente también se ve afectado, pues el uso inadecuado de pesticidas genera una reducción significativa de la fauna auxiliar como las abejas (cumplen la función vital de polinizar), además de contaminar el suelo, aire, y agua.
Las malas prácticas más comunes son: empleo de pesticidas prohibidos y altamente tóxicos, aplicar dosis inexactas, utilizar volúmenes de aplicación en exceso (se respeta la dosis por cilindro pero no la dosis por hectárea), equipos de aplicación mal calibrados, ninguna consideración de los períodos de carencia y de reingreso, entre otros.
¿Qué se debe tener en cuenta al momento de emplear un pesticida?
- Previamente, es de vital importancia haber recibido alguna capacitación sobre el uso seguro de plaguicidas.
- Usar el equipo de protección: traje impermeable, sombrero impermeable, guantes de nitrilo, botas de goma, lentes y mascarilla.
- El equipo de aplicación empleado debe encontrarse calibrado y en buen estado.
- Identificar correctamente el problema (plaga/enfermedad) en el cultivo. Se puede emplear las trampas amarillas para monitorear la población de especies que están en el campo.
- La etiqueta del producto debe indicar el cultivo y el problema sobre el que se va aplicar.
- El momento de aplicación debe determinarse en base al comportamiento de la plaga, por ejemplo, hay insectos que son nocturnos como las polillas (Spodoptera spp., bicho del cesto, etc) , por tal, esa aplicación debería hacerse de noche o finalizando la tarde.
- Realizar aplicaciones dirigidas de acuerdo a la ubicación de la plaga, por ejemplo, si se ubica en el interior del árbol como las queresas, tenerlo en cuenta al momento de aplica
- La dosis empleada debe encontrarse dentro del rango de dosis detallado en la etiqueta, nunca se debe aplicar por debajo, ni sobre el rango de dosis.
- Respetar la frecuencia de aplicación detallada en la etiqueta.
- Rotar materias activas con diferente modo de acción del acuerdo al IRAC o FRAC (dejamos link abajo).
- De preferencia usar productos selectivos y no de los de amplio espectro, es decir, que controlen la plaga problema y no productos que maten todas las especies en campo, ya que desequilibra la relación plaga – controlador biológico.
- El clima puede determinar la eficacia del producto: aplicar en condiciones de viento superior a 7 km/hora y una temperatura sobre los 25 grados, reducen significativamente la eficacia de la aplicación, ya que se provocan perdidas por deriva o evaporación. Por ejemplo: las altas temperaturas someten a la planta a estrés térmico por lo que esta cierra los estomas, entonces si aplicamos un producto sistémico sería en vano.
- El agua de mezcla, la cual requiere por lo general un pH de 5.5 a 6.5 para la aplicación de insecticidas, fungicidas, acaricida, etc. Sin embargo, para el caso de herbicidas se considera un pH de 4.5. Por ello, se debe revisar la etiqueta del producto por si tiene un requerimiento distinto.
Además, tener en cuenta que la etiqueta se divide en tres partes, la primera parte indica las medidas de seguridad a considerar antes de la aplicación, primeros auxilios, números de emergencia, eliminación adecuada, pictogramas del equipo de protección a usar. La segunda parte se observa la composición del producto y banda de toxicidad. Por último, la tercera parte nos indica las instrucciones de uso y manejo del producto, detalle de cultivos, plaga y dosis; frecuencia de aplicación y época de aplicación, plazos de seguridad, etc.
Finalmente, queremos poner sobre la mesa un problema que ocurre hace ya buen tiempo: la presencia de abejas moribundas en parques y jardines de zonas urbanas.
Este hecho es alarmante y peligroso, debido a que se están empleando pesticidas de modo indiscriminado también en zonas vulnerables sin ninguna precaución ni conocimiento. Es muy común que en los viveros de plantas ornamentales el vendedor regale al comprador un sobrecito de Metomilo, el problema radica en que la mayoría de usuarios que recibe ese insumo desconoce del nivel de peligro que puede conllevar ese producto en su hogar si es mal manipulado. Esperamos que las autoridades tomen cartas en el asunto, y que exista una mayor regulación y concientización sobre el uso de pesticidas en zonas urbanas.
Acá te dejamos un video instructivo sobre la rotación de modos de acción:
Otros links de interés:
Fuente
- Abarca, P. (2020). Suelos y hortalizas: uso seguro de plaguicidas, dosificación y regulación de pulverizadores. Extraído de: https://biblioteca.inia.cl/bitstream/handle/20.500.14001/67320/NR42481.pdf
- CropLife Latin America